jueves, 12 de diciembre de 2013

He tenido tantas cosas en la cabeza hoy, ha sido un día de reflexión y melancolía cuático, pensé en muchísimas cosas.
Hoy temprano en la mañana empecé la búsqueda de un nuevo trabajo y terminé el papeleo de la universidad. Es raro, porque estoy segura de que me hará bien cambiar de ambiente, pero me dio una nostalgia terrible pensar en los buenos amigos que he hecho en mi actual trabajo, y en que probablemente no los veré más cuando me vaya. Pensar en el tema universidad también me provoca cierta angustia. Después de terminar los trámites fui a una reunión con varios compañeros de carrera y las nuevas amigas extranjeras, la tarde entera fue una extraña situación de risapena, la pasamos bien, jugamos, cantamos y nos reímos, pero dentro de todo no pude sacarme de la cabeza el que estas reuniones serán cada vez menos frecuentes, ya sea por tiempo, compromisos universitarios, blabla. Extraño la universidad, extraño tener algo que me mantenga la cabeza ocupada todo el día, extraño tener un motivo para estar fuera de casa, extraño a mis amigos, y lo peor de todo es que está recién empezando, y luego extrañaré todo mucho más. Aunque esté más que claro que es lo mejor que pude haber hecho me da una pena terrible alejarme de todo eso, porque sé que cuando vuelva ya no será lo mismo.
Después de eso caminécaminécaminé y pensé en muchas cosas, sin poder llegar a ninguna conclusión. Las cosas en casa tampoco van bien, la tensión crece con cada día que pasa y es en verdad insoportable, las peleas con mamá son cada vez más frecuentes, como en los viejos tiempos, y ya no siento que tenga los ánimos suficientes como para aguantar tanto, no hay día en que no termine huyendo de casa. En verdad no estoy segura de nada, me gustaría que esta semana no se acabara nunca, tal vez sea la fecha o qué sé yo, es una sensación extraña. El vacío se ha agrandado estos días, y a pesar de toda la pena por el tema universidad/trabajo/familia, es angustiante darme cuenta de que nada me importa realmente, no me importa extrañar y no me importa si me extrañan o no, no me importa si hay o no discusiones, puede que el método de defensa (dígase "caparazón") haya vuelto, y me molesta pensar en eso porque no quería volver a lo mismo, no quería volver a la misma frialdad, a la misma indiferencia hacia lo y los que me rodean. Hace unos días tuve la sensación de estar recuperando cierta cantidad de "sentimientos", pero por alguna extraña razón lo perdí, y luego del fin de semana volví al vacío. No sé qué es lo que estoy haciendo mal, de verdad necesito saberlo, en qué me estoy equivocando? como cresta se supone que lleno este vacío interno que crece y crece?

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