viernes, 28 de diciembre de 2012

Mal presentimiento...


Me bajé de la micro con ese maldito mal presentimiento que me había invadido al momento de dejar la universidad. Estaba sintiendo un extraño chillido, algo así como una voz que me gritaba “No”. Me bajé antes para caminar un poco, pensé que el día seguía soleado como cuando estaba en clases, pero me equivocaba, nubes oscuras venían desde la cordillera, nubes malvadas, negras, que me decía que no también. 

Aún continuaba lejos de casa, así que tenía tiempo para pensar, para darle vueltas al asunto, a cualquier asunto, al asunto del “no” que no me dejaba tranquila. Mi paso no era apresurado, era calmado y distraído, pero tenía una chispa distinta hoy, como de miedo, no se a qué, pero tenía miedo.

Mi pareja no estaba, estaba en un viaje de estudios con su clase, era menor que yo, aún no salía del colegio, pero aún así me sentía protegida en su presencia. Una sirena de bomberos me despertó de sobresalto de mis pensamientos. Volteé para ver si podía ver algo, pero no había ningún auto por donde caminaba yo, escuché con más atención y me di cuenta que el ruido apenas se percibía, debía de estar lejos. No era tan tarde, pero las luces de las calles ya estaban prendidas, la tarde estaba tenebrosamente oscura, y mi medio se acrecentaba. El zumbido de los postes de luz estaba más fuerte de lo común, ¿O es que mis sentidos estaban más atentos a todo? No se, pero eso asustaba bastante.



Empezó a correr un viento fuerte, no era helado, pero si me daba escalofríos, me daba miedo, todo me daba miedo, el ladrido de los perros, las rejas cerrándose de portazo, todo.

La brisa me tiraba hacia atrás, como queriendo hacerme retroceder, me detuve por un par de segundos, sentí pasos. Miré por sobre mi hombro, nada, debo estar volviéndome loca. Seguí caminando, ya me estaba acercando a mi casa, pero todo seguía tan callado y tan vacío como cuando me bajé hace como un kilómetro.

Un olor a humedad estaba en el ambiente, varias veces me dije que iba a llover, pero no me convencía, seguía pensando que era un día normal.

Llegué a la esquina de mi casa, pero una camioneta obstruía la calle a lo largo, no podía pasar, algo definitivamente no quería que pasara por ahí. Resignada me dirigí a algún otro camino, escogí el de la plaza, mientras la iba atravesando pude ver a unos niños elevar unos volantines, felices, alegres, como si no se hubieran dado cuenta de todo lo que yo si había visto, de todo lo que yo si sentía. Se veían tan despreocupados del día horrible sobre sus cabezas. Sólo les interesaba el buen viento que había salido, solo así podrían salir a elevar sus juguetes nuevos. Una sonrisa involuntaria brotó en mi rostro. ¿Es que esto era lo que el día trataba de decirme? ¿Es que todo esto era una señal para demostrarme que finalmente sería solo un día normal? La vida si que es sabia. Ahora sabía que por muy feo que se vea todo, siempre hay un espacio para sonreír. Un motivo por el cual vivir.



Continué hacia mi casa, ahora alegre y con los ojos bien abiertos, ya no me importaba el frío, la oscuridad ni el miedo que solía tener hace un rato. Impaciente por recostarme en mi cama y descansar, metí la llave en la cerradura de la reja, entré y la cerré despacio, no tenía ganas de hacer escándalo, solo de vivir. Me dirigí a la puerta, aún con la sonrisa intacta, me incliné para abrirla, pero esta estaba abierta, confundida entré… Un momento, yo no dejé las luces prendidas. Ruidos, algo se quebró, me volteé para salir de la casa. Pero una fuerte mano y un objeto frío y filudo me detuvo de golpe.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Para Vos

En momentos como este, cuando me encuentro sola en mi habitación esperando que el tan anhelado y esperado sueño llegue hundida en el silencio y la oscuridad de la noche, tiendo a pensar, recordar y analizar dichos recuerdos, la verdad no sé con qué fin, simplemente vienen a mi mente explosiva e inesperadamente, a veces arrancándome una sonrisa de nostalgia, a veces perturbando mis pensamientos.
Recientemente tuvimos una gratificante conversación, que más que conversación parecía un enloquecedor juego de confesiones, esos son los recuerdos que rondan mi mente en estos momentos, y es precisamente por eso que eres TÚ a quien dedico hoy estas lineas.

Confesé cosas que nunca pensé decir a nadie, mucho menos a ti, no eras la persona más adecuada para enterarte de los sentimientos que me embargaron durante este año... Este año, suena raro decirlo así, pero esa es la verdad. Ha sido casi un año en que he recolectado todo tipo de recuerdos que te incluyen; buenos, malos, muy buenos, muy muy malos, en fin, recuerdos en general.
Sé que no me crees, pero no te odio ni nunca te odié, no suelo guardar rencor hacia nadie, mucho menos hacia alguien a quien quise tanto. Sí debo decir que me causaste gran dolor, un dolor que creí jamás volver a sentir, el dolor de sentirte usada y despreciada por alguien. Y a pesar de todo no te quise lejos, no te permití alejarte de mí, te necesitaba de una manera que ni yo entendía, y es que además de efímero, tu paso por mi vida fue extremadamente intenso, como un vertiginoso viaje. Me sentía atada a ti de una manera incomprensible.
Hoy me alegra que estés aquí, pero de la manera en que estás, no de la manera en que alguna vez quise que estuvieras, porque hoy entiendo que algo así habría sido imposible... Sé que odiarás esto si algún día llegas a leerlo, pero quiero agradecerte todo, todo lo que viví contigo, todo lo que me permitiste ver de ti, y todo lo que me sigues permitiendo conocerte día a día. Quiero agradecerte por todo lo que me enseñaste de manera inconsciente; que todo sufrimiento vale la pena aunque no se obtenga lo que se desea, a aprender de MIS errores, a no tropezar una y mil veces con la misma piedra, a escuchar los consejos de quienes quieren lo mejor para mí, y principalmente, a no confiarle todo de mí a cualquier persona.
Te agradezco que formes parte de mi vida, que seas aun tan importante para mí. Te agradezco haberme confesado, aunque demasiado tarde, que sí signifiqué algo para ti. Te agradezco infinitamente haberte cruzado en mi camino como una dulcemente dolorosa casualidad.

Una vez me dijiste que no sabías si querías ser mi amiga, que no te agradaba pensar que ya no te quería, que ya no tendrías un espacio en mi corazón... Sabes? Te quiero, no sabes cuánto te quiero, y SIEMPRE ocuparás un espacio enorme en mi corazón, siempre serás importante para mí, siempre estaré ahí cuando lo necesites...Siempre.
Te quiero, sí, pero no como te quise, hoy te quiero mucho más. Te quiero como la mujer que eres, no como la que yo quería creer que eras. Te quiero como la persona que hoy en día me conoce a mayor profundidad. Te quiero como esa idiota pesada y molesta que es cortante y se enoja cuando no la pesco. Te quiero como la gran amiga que eres hoy para mí. Y a pesar de todo, hoy no me veo queriéndote de una manera diferente, me gusta la relación de confianza que hemos formado en este tiempo, y no la cambiaría por nada. 

Gracias una vez más, por dejarme entrar en tu vida, en tu cabeza caótica y en tu corazón aun más enmarañado, por confiar en mí y por dejarme ser alguien, ser parte de ti.


viernes, 21 de diciembre de 2012

...


La vida, ¿cómo podemos verla?
Hay quien puede sentirla como un preciado e invaluable don, como también hay quien percibe la vida como una pesada y nefasta carga que jamás fue solicitada.
Podemos pensar "Dios nos creo a su imagen y semejanza" y por ello asumir que es un regalo, algo que debe hacernos felices...
¿Felices?, que palabra más inquietante. ¿Qué es la felicidad, sino sólo aquel cosquilleo que creemos sentir en momentos agradables? Momentos que no constituyen, en absoluto, la vida entera.
Pero también podemos pensar en cómo a medida que vivimos, nuestro rostro y cuerpo terrenal va llenándose de surcos mientras más cerca estamos de la muerte. Mientras más nos acercamos a nuestro fin, nuestro cuerpo va adquiriendo día a día más semejanza con una fruta seca y podrida.
Y escucho decir: "Dios creó al hombre del barro", basta con salir un día de lluvia al jardín y ver como el agua, mientras cae, va haciendo surcos en el barro.
¿Y de qué están hechas las lagrimas sino de agua caída?

martes, 11 de diciembre de 2012

La verdad siempre quise tener un espacio donde poder desahogar todos mis ataques de sinceridad xDD no necesariamente penas y cosas por el estilo, sinceramente me encanta escribir, y siempre termino guardando documentos de word en mi computador, y ahí quedan, llenándose de polvo (metafóricamente hablando). El punto es que tengo la certeza de que nadie leerá lo que aquí escribiré, pero por alguna extraña razón tenía ganas de publicarlo xD. Anyway, me presentaré un poquito. Mi verdadero nombre es Amalia, lo sé, lo sé, es un nombre de vieja -.- mis amigos me dicen Amy porque la verdad de las cosas es que odio mi nombre xD eem bueno, tengo 20 años aunque parezca de 16 :c estudiante y futura profesora y disfruto mucho de los pequeños detalles de la vida. Me gustan los olores, tanto de las cosas como de las personas, nada más rico que el aroma de un café o el de la tierra mojada, o el perfume natural de la persona que quieres. Tengo una personalidad bastante extraña, me cuesta mucho sociabilizar, soy en exceso tímida y suelo caer mal de presencia, debido a mi expresión seria. Me pongo nerviosa con facilidad y cualquier emoción se nota demasiado en mi cara, extremadamente transparente diría yo. No me gusta mentir y odio que me mientan, no me gusta odiar a la gente, siento que no le hace daño a nadie más que a mi misma, ignoro a las personas que me desagradan pero puedo llegar a ser bastante pesada con los desconocidos. Me es difícil confiar en las personas, pero soy capaz de dar la vida por aquellos que se ganan mi confianza. No tengo una buena situación familiar así que mis muy pocos amigos lo son todo...y creo que ese sería suficiente resumen c:
En cuanto al nombre del blog, en realidad me costó harto encontrar un nombre bonito y que me conquistara, además de uno que estuviera disponible, pero este tiene un significado especial para mi, me recuerda a viejos y muy buenos tiempos, así como mis años mozos *w* adjhsakjds
Buenop, esa sería mi introducción a esta cuestión, ojalá que aquel que lea este blog pueda ir conociéndome a través de esto, y si no, bueno será.
Besos, abrazos y buenas vibras para todo el que esté leyendo, si es que hay alguien leyendo c: